
JUAN GELMAN
Buenos Aires, Seix Barral, 2007
LA MANZANA
Manzana sola en la fuente,
¿qué hace sin Paraíso? Nadie ve
su cicatriz amarga.
¿Me pregunta
a dónde fue el secreto
de irse por tanta puerta
cerrada, alto el crepúsculo
firme, la cara que
sueña, sueña, sueña,
sin importar lo que perdió?
En un rincón, el viento
mueve la sombra de las hojas.
AMISTADES
El poema que estaba en la cabeza
del corazón se fue. Esto habla
de la certidumbre de la incertidumbre
que nadie puede medir.
Tu brazo nada
en el temblor del sucedido.
¿Qué caballos
te recaballan la nación
de las ausencias que buscás
en la ausencia de vos? Es la amistad
del todo con la nada, la
del pecho mismo con
su perdón, sus espejos,
no dormir.
ALAS
Ala.
A la herida,
Alar ido
al espanto
que separa a la voz del corazón.
El alano que alarga su altivez.
Alondra aquí metida por
caprichos de la gallina con el gallo.
Alazán que el alba ocupás,
¡alargame el amor y su signo
que se alcohola en mis entrañas!
¡Ella, con alfabetos no leídos,
alumbramé lo que resiste al pairo!
En el alféizar de los huérfanos
pregunta qué pasó
y alza la noche.
OCÉANOS
En el océano del vacío
hay nombres, nombres, nombres.
En el océano de lo perdido,
hay nombres.
¿Quién responde
a este chorro de alma
que los llama? Un oleaje
de nombres, nombres, nombres.
¿Qué los separa de la grande muerte
en brazos ya de lo que fueron?
SONETO
Señora furia/ ¿por?
¿por qué no la dejaron
solita y sola?/ hay fuego/
fuego de sol/ fuego de niños/
cortan la calle espesa de
furia/ furias/ el hielo
de su vejez/ roto por la
caída de los llantos/ ¡oh dulce amor
que descansaba en la
suposición de rosas de agua!/
no primavera/ no vigila
el callejón de las entrañas/
los tragos de la suerte/
el vuelo alto/
LA CAMISA
La luz que toca mi camisa
nada sabe de mí. La recibo,
pero quién la merece.
Poner el cielo al fuego es una
condición de este tiempo, el almanaque
finge inocencia en su papel.
Los bárbaros que manejan las penas
de los demás, espinan
astros que no vendrán.
¿Qué esperan los dolidos en su cueva
con una cama donde
espantos, miedos, duermen cada noche?
El no mundo conversa
con mañanas sin Dios.
ENVOLTURAS
Vos, que envolvés
el tibio aroma y la espiral de la
noche indormida en
las vendas del cobarde y
fingís que sos sin ser vivido:
¡abrite las mil puertas
de tu ciudad cerrada! En el rincón
donde el miedo te agachó la cabeza
hay esperas que dicen
abur abur. Te fuiste, no dejaste
que una luz te sacara
de vos a la luz de tu luz.
Caen estrellas y está triste
Dios, que existe poquito.
LA SED
En esos prados donde
dejóse y olvidóse hoy crecen
inviernos y el vacío. Él vio
ciervos de aire cruzando
su sed de amor.
Esos flujos de sombra que arden
tan lejos, don San Juan, interrogaban
lo que no es porque no es.
Es la única forma de vivir,
padre dulce, insaciable.
El agua que no has de beber
moja la mano que te escribe.
DESCUBRIMIENTOS
Derrota/leo tu libro/
maestra íntima/ya libre
de vos/¿qué ángel caído
hay en tu espalda?/vos/
tan siempre/vi tu cara
un día que volabas
de vos a mí/endemientras
el deseo levantaba su furia
en las desgracias del amor.
El cerca lejos de
tu despego sin alma
resplandece en servicios
de tu voz/y la
conciencia de lo amado.
Me recrearas en tu flujo
Donde llorás más que yo.