
El pez erizo-bastón y el pez cabeza-de-flor
disecándose sobre el seco pasto al furioso filo
del sol de mediodía a mediados de un enero
que apenas camina a lo ancho-corto-largo de Charles
Street en Marrickville (no tan lejos no tan cerca
del mar ahí donde la vida-víbora-vidalita es maás sabrosona).
Foto. M.L.C.
2 comentarios:
Luego está el pez retranca, el pez jorobado, el pez tuerto, el pez envidioso....y todos acaban secandose al sol cubiertos de sal para los aperitivos de cerveza y vino....algunos se salvan porque son devueltos al mar donde después aparecen ahogados....azpeitia
así es, azpeitia, luego están las sirenas-señoritas,pero esas mejor que ni se ahogen ni se queden secas –todo lo contrario-, aaah! que son con un ‘bloody-mary doble de vodka absolute! aunque dejen la cama llena de escamas!
un abraqzo
elpezmario
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