martes, 9 de septiembre de 2008

Suave Fiesta Patria.

Francisco Luna

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“Suave Patria: Tu vales por el río
De las virtudes de tu mujerío”.
Ramón López Velarde.

Algo muy arraigado en la cultura laboral mexicana son los puentes patrios, la bonita costumbre de feriarse los días que quedan atrapados entre un día no laborable y el fin o inicio de semana.
Bonita costumbre que tendremos que negociar en condiciones de libre mercado. En México, time no necesariamente is money. Time es la invocación del gozo, del placer, el desmadre y el reven; Money es la evocación de un pasado bonancioso y efímero, nostalgia del optimismo dizque primermundista.
Viva el cotorreo. Vamos a la playa, ¡ooooooh! Puente significa asumir el desprejuicio y la guasanga como filosofía de la vida. Voltear hacia donde están los que trabajan o se preocupan demasiado por ello, y decirles: ¡Que trabajen los burros! Ufanarse de liricote como quien cancela, de antemano, toda posibilidad de bienestar social en lo futuro.
Son las Fiestas Patrias, parte del humor nacional, como tomar el ángel de la Independencia en los días de pasión futbolera, como salir a la calle en una manifestación de odio a la impunidad, como taparlas en plena luz de día, en un cafetín de el centro de la ciudad, con la tambora sinaloense por delante, para celebrar el pago de una cosecha o la liquidación de una cuenta pendiente: es parte del ser mexicano, abrirse las puertas del paraíso si no por amor, awuewue. Es el sentimiento, la psicodinámica que el filósofo Jorge Portilla llama: La Fenomenología del relajo.
Son días para curarse el espíritu que hace trabajar al mexicano. Darle a la patria lo que se merece con cantos, poemas de luces, comida típica, cervezas y tequilas. Sueños patrióticos de ser cada día mejores hombres y mujeres. Nadie quiere el mal para si mismo: quiere ser como es en la infracción a las reglas, o contrariamente, gozar en la paz que presta un día de asueto, sólo un día entre semana y no otros como si fueran sábados o domingos. Presten pa la orquesta: la vida diaria es desánimos y vapuleo constante. El Puente es el tránsito entre la nomina y destapar la primera cheve, entre ser ciudadano en toda la extensión de la palabra y ser empleado sin mas expectativa que pagar pasto, corral y agua, amen de la luz eléctrica, carísima de por sí.
Ciudadanos: Vivan Los Puentes Patrios. Viva el Hedonismo Revolucionario y el Diletantismo independiente. Viva la patria sublime, suave y refuegoza. Viva su gente, su geografía, su comida y los cuetes, pirotecnia que simulan los símbolos de la patria, mientras un hot dog resume el proceso de transición del Tomátl en catsup y el guacamole en relish de pepinillos.
Patria transcultural, vendedora de frutas y brazos migrantes: “El Niño Dios te escrituró un establo y los veneros de petróleo el diablo”: Pobre Patria Suave; que nos congregas a mexicanos, de aquí y de allá, al jolgorio que como tú, “Patria mía / en piso de metal, vives al día / de milagro, la lotería.”
Vamos Patria, a divertirnos con fe y bailazo y con el vate de Jeréz, las obras completas de López Velarde que me acompañan, de canto y alabo:
“Te amo no cual mito,
Sino por tu verdad de pan bendito,
Como a niña que asoma por su reja
Con la blusa corrida hasta la oreja
Y la falda bajada hasta el huesito”.

3 comentarios:

Pina dijo...

hola, Mario.

vengo a dejarte el saludo que la Fita ha dejado en mi blog, justo donde también publiqué este escrito del pacorrio.

un abrazo desde este mar hasta esa tierra comunmente imaginada de canguros.

Mario Licón Cabrera dijo...

saludos para ti Pinísim y también para la Fita-taFi

Mario Licón Cabrera dijo...

Este es un comentario que me 'robé' del blog de la Pina....
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jose fá said...

me encanta, no sé decirte cuánto, que el Mario Licón tenga esto mismo en su blog... es como tenerlos cerca, al Paco a ti y a Mario... (envueltos en una bandera patria, jeje)
Thu Sep 11, 12:55:00 PM MST

http://deguaymasabeijing.blogspot.com/