Este es el último óleo grande que he terminado -cosa de tres o cuatro meses- y es de 4X5 pies. Basado en un Cristo bajado de la cruz, de Andrea Vaccaro, seguidor del tenebrismo del Caravaggio. Le agregué el reflejo del Cristo en un espejo que no se vé, pero se siente, y aunque no se sienta, ahora los sabes porque te lo digo, que se lo digo yo, coño. Otro espejo, que puede ser también una ventana u puerta de vidrio, muestra a un Bob Dylan que está de mirón. Armonia en sienas con claroscuro caravaggiesco. No me habia dado cuenta, pero luego mi amigo Robert me indica que las figuras están muertas, asi de inconciente es el proceso del trabajo, no puedes ver el arbol por el bosque o no puedes ver que ese Cristo musculoso ya entregó el alma al creador, Padre en tus manos encomiendo mi espíritu y perdónalos que yo ya los perdoné, no saben lo que hacen ni les importa, lo único que les interesa es que el equipo nacional llegue a cuartos de final.
Bernal
2 comentarios:
esta muay chingonometrica (decia mi tio luis) pero siempre artisticamente o lo que resulte los cristos o dioses tienen que ser casi exactos o bellos , el dibujo o pintura siempre son transparentes cuando son tan vecinos de la imaginacion o gastados de la banqueta de la vida ...pinches guarde! disculpa ando bien diosicotambos!
qué pachó, pillo pachuco? no entender un carajux lo que vos dixes, voy a tener que re-cojerme con una tradutora para que me descifrexi el tuyo texticuloxe.
un abracho pa'l llopo
elmarioincognitiaus
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